Tengo que escribir, porque tengo el alma herida,
se me retuercen las víceras de tanto dolor acumulado...
es mi madre enferma la que me produce cólicos de amor.
Sé que lo que me duele no es el cuerpo...no, no.
No es mi carne madura, ni mi sangre viva,
la que se agíta con cada pálpito y con desconsuelo.
Le pido y le pido a Dios que no se la lleve...
en cada oración ruego que me escuche,
no sé como continuar sin ella.
Estoy pariendo rabia, porque frente a ella la contengo
y debo hacerlo como medida de protección,
para así demostrarle que soy fuerte
¿fuerte yo?...y lo soy y no me quiebro y me mamo esta inquietud,
este tributo a lo incierto, a un destino desconocido
que de su mano he de conocer.
Se me retuersen los pensamientos de tanto y tanto pensar,
paso de la emoción a la razón y es este carnaval
de sensaciones que no se fatiga el que agobia a mi dermis
y se desencuentra con el olvido.