Cumpleaños de mi hermano

Hoy es un día muy especial y merece ser tratado como tal.
En un día de invierno con lluvia nació mi hermano Rodrigo, quién no es sólo mi hermano, sino mi “Mejor Amigo”.
Es increíble que con nuestra diferencia de 5 años generamos un lazo tan fuerte e indisoluble. Estar juntos es lo mejor: reímos, copuchamos, paseamos y compartimos todo lo que nos une, que creo es todo.
Somos tan distintos y son esas diferencias las que hacen que este lazo sea aún más fuerte.
Yo no me imagino la vida sin él, porque mi compañero me regala apoyo e incondicionalidad que para mi es un regalo.
Cuando nació claramente no fue tan bienvenido y costo compartir mis espacios y tiempos, así como los cariños, pero finalmente sucumbimos al amor de hermanos y hoy somos lo que somos.
Estoy feliz de tenerlo un año más conmigo, espero lleguemos a ser viejitos, compartiendo nuestras historias y alegrándonos de lo que hemos sembrado y cosechado.
Del mismo modo, siento que mis hijos lo reconocen como un tío presente y querido, regaloneador, pero a la vez aportando para construir seres mejores.
¡Feliz Cumpleaños Roro!

Prepárate

La acción ha comenzado,
estoy desplomándome en tus brazos,
¿Qué brebaje mortal me diste que estoy prendida de tus ojos?

Me perdí en un viaje inmortal,
mi cuerpo mutó y me transformé en esta declaración.
Te dije silenciosamente: Te amo
y la bravura se te agolpó y me arremolinaste con tu respiración.

Me siento hipnotizada, desnuda y no lo estoy,
desde que te conocí me prendí a tu futuro.

¡Qué más da! Simplemente Te amo…

Contigo

Déjame decirte que nunca hemos dejado de estar unidas,
el cordón sigue nutriéndome y me mantiene viva.
Tú estallas con tu mirada y yo soy capaz de fundirme en tu estallido,
puedo ver más allá de tus sueños, porque me encuentro contigo.
Río a través de ti y en tu rostro me miro.

si olvido, si perdono...

Para perdonar debo generar opresión interna,
mutilar una parte de mi razón inquieta,
pedirle a Zeus una lección de sabiduría y
comenzar una plegaria para calmar mi ansiedad.

Para perdonar debo mermar la euforia,
debo comenzar por aplacar esa historia casi muerta,
la llama que todos creyeron inmortal.

Amor, amor dónde te has ido.
Amor, amor quién te mutiló.