septiembre 30, 2007

El tiempo

Trato de disimular el paso del tiempo en mi rostro, así como en mis manos.
Es inevitable, pasa tan rápido como para darme cuenta.
Hoy precisamente lo percibí, cuando entré a este espacio que tanto quiero y entendí que no he tenido ningún acercamiento hace más de 1 mes.
También veo a mis hijos crecer velozmente, me lo dicen centímetros más, nuevas expresiones, palabras, pasar de esbozos de sonrisas a abiertas carcajadas.
Definitivamente no tengo tiempo para informarme en la prensa, es irrelevante al lado de contemplarlos a ellos en plenitud, lanzándome besos desbordados de amor, abrazos que me atrapan hasta llevarme a la contemplación.
El tiempo es mi enemigo cuando miro a mi madre envejecer, porque no quiero que así sea, pero también comprendo que él endulza mis recuerdos y los hace sólidos y hermosos.
¡Qué más da, sólo es cosa del tiempo!

4 comentarios:

Nerim dijo...

Marco Aurelio dijo: "el tiempo es como un río que arrastra rápidamente todo lo que nace".

Vive el tiempo presente antes de que envejezca pues ya mañana será tarde y sólo existirá el espacio entre nuestros recuerdos.

Un fuerte abrazo
Nerim

C@riños C@rlos dijo...

Los días son eternos, los años fugaces...

Juan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gabriel Bunster dijo...

El presente es lo único que está disponible y en quizás 50 años, ya no estaremos por aquí.

A vivir se ha dicho, en esos espacios de abrazos, acción y contemplaciones.

Saludos.