Hurgo en la confusión del momento que me aqueja.
Camino por el estrépito del colorido infernal,
lo acompaña tu recuerdo.
El cementerio del olvido se encuentra solitario,
tu lápida lejana aún, para hacer lectura del epitafio.
Distantes y lentos pasos
pausan el encuentro con el dolor,
matan uno a uno la memoria
del detalle que un día incierto
develó la mayor satisfacción.
Se acerca el momento del encuentro,
tenebroso silencio, acompaña la desolación…
Flores rojas poso sobre tu tumba,
dos mil lágrimas y una canción,
la última que bailamos juntos,
aquella que nos unió.
Escarbaría la tierra para obtenerte,
entregándote mi último aliento bañado en sudor,
pero tú no estás en el nido de tierra,
yo te enterré en mi imaginación.
Así profunda me niego a que tu cuerpo,
lleno de candor cobre vida,
a que otra con su piel, te llene de placer,
a que no sean mis extremidades las que se acoplen a tu cuerpo,
a que sea otra cualquiera la que te alimente mi bien.
Desgarro un grito de alarido,
frente a tu tumba le pido al cielo,
¡Misericordia por Dios!
¡desgárralo de mi alma te lo pido!
¡sácamelo del cuerpo!… por favor,
¡mutila mi memoria una y mil veces, si es necesario!
¡retíralo de mi alma Señor!
Si tú no lo has muerto,
si continúa viviendo y yo también,
hazme saber que puedo vivir sin él,
regálame el favor de no llorar más
a quién se ha ido.
marzo 31, 2007
marzo 29, 2007
Un ángel me aguarda
¿Qué clase ángel eres que irrumpes en mi vida?
¿Por qué este sentimiento que creía conocido causa tanto temor?
¿Qué pasó con esta mujer de pan y barro en el camino?
Convertí mi estado sólido a elemento maleable,
que en mano de artesano a su forma dio nacimiento
y no es menos cierto que tu mirada, cual relámpago ha enceguecido mi camino.
De púrpura mi pasado se visitó,
levanté mi luto y mi condición de viudez.
La muerte me acechó en las sombras
para cubrirme de manto gris la piel,
y como amortajada vociferé mi historia,
hasta que sin anuncio, como ángel de la guarda,
tu presencia a mi destino cambió.
No he dejado de temer, tal vez sólo confío más
y en esta humilde poesía mi sentir he de impregnar.
Porque aseguro ser la mujer más feliz del planeta,
que amparada al fragor de tus venas,
calienta la sangre circulante del cuerpo que llevo.
Enterré a la muerte,
nací a tu vida y con cuerpos agazapados te baño con mi amor,
y si mi pasado era el precio por la espera,
dicho valor bien pagado está,
por dormir mi vida, el resto de suspiros que me quedan entre tus brazos.
¿Por qué este sentimiento que creía conocido causa tanto temor?
¿Qué pasó con esta mujer de pan y barro en el camino?
Convertí mi estado sólido a elemento maleable,
que en mano de artesano a su forma dio nacimiento
y no es menos cierto que tu mirada, cual relámpago ha enceguecido mi camino.
De púrpura mi pasado se visitó,
levanté mi luto y mi condición de viudez.
La muerte me acechó en las sombras
para cubrirme de manto gris la piel,
y como amortajada vociferé mi historia,
hasta que sin anuncio, como ángel de la guarda,
tu presencia a mi destino cambió.
No he dejado de temer, tal vez sólo confío más
y en esta humilde poesía mi sentir he de impregnar.
Porque aseguro ser la mujer más feliz del planeta,
que amparada al fragor de tus venas,
calienta la sangre circulante del cuerpo que llevo.
Enterré a la muerte,
nací a tu vida y con cuerpos agazapados te baño con mi amor,
y si mi pasado era el precio por la espera,
dicho valor bien pagado está,
por dormir mi vida, el resto de suspiros que me quedan entre tus brazos.
marzo 25, 2007
En lo simple, me encuentro con lo bello
En mis vacaciones tuve la oportunidad de encontrarme con un ser increíblemente especial, un joven tarotista, por el cual siento un enorme respeto. Nos juntamos en mi casa, antes de partir a la playa con mi familia. Estaba muy ansiosa por saber qué podría pasar este año…tenemos muchos planes y algunos se habían entrampado en el camino y me decidí a pedirle alguna manito a los astros. Esto es muy loco en mi, porque soy un ser muy creyente, tengo a Dios presente en todos y cada momento de mi vida y tengo la certeza que soy un instrumento de mi Creador, pero a la vez, tengo desarrollado este otro lado de mi ser “algo esotérico” y al cual respeto también, por que generalmente no se equivoca respecto de sus percepciones o las sensaciones que los otros o las situaciones le provocan, por lo cual, de cuando en vez y de vez en cuando le pido una ayudita a aquellos buenos amigos que pueden, mediante algún tipo de oráculo, apoyarme en alguna decisión.
Pues bien, la hora de la verdad llegó y entre la lectura de la energía de mis manos…lo cual fue muy certero y que no cabe mencionar en este posteo, tal vez lo deje para otra oportunidad…este amigo de alma me dijo (sin yo antes haber hecho algún comentario y sin él haber estado antes en mi casa) ¿quién es esa persona de la foto?, yo en mi casa tengo muchas fotografías de mis seres queridos, por lo tanto, tuve que poner atención para saber de cuál foto me estaba hablando, entonces me di cuenta que era la foto de mi Tata Roberto, y le contesto que es él (sin señalar que estaba muerto), entonces me dice: él fuma. Ahí yo sentí un escalofrío que me recorrió el cuerpo y me pregunté a mi misma: ¿cómo puede saber que él fumaba? En la foto mi Tata está vestido con uniforme de la aviación y es muy joven, cero posibilidad de darse cuenta. Entonces vino lo mejor…me señaló que él se sentaba en el lado derecho del sillón del living y que en ese momento él estaba ahí sentado y fumando. Yo confesé en ese minuto que desde el día que el murió, el 15 de mayo de 2005 a 6 días de su cumpleaños Nº 81, yo siempre lo he sentido cerca de mi, no sólo en mi casa, sino permanentemente en mi vida.
Mis muertos son mis ángeles, mis almas complementarias, mi fortaleza en la debilidad.
En más de alguna oportunidad estando en mi hogar, he sentido de la nada el aroma al tabaco qué él fumaba, el cálido olor del ánfora en la pipa con una mezcla de vainilla que todo lo invadía. Oler sus chalecos al abrazarlo era una maravillosa locura, así como mirarlo en el invierno al lado de la chimenea, sentado en su sillón bebiendo una humeante taza de café con la lluvia entregando bello concierto mientras aromas a húmedo pasto entraban por la ventana. Estos recuerdos me devuelven a hipnóticos momentos que yo no quiero nunca olvidar.
Pero vuelvo al encuentro con mi tarotista…me dijo que no permitiera que la gente se sentara donde él estaba ahora, ya que ese es su lugar favorito en mi casa, entonces recordé que en general mi Tata disfrutaba de los distintos rincones de mi hogar y cada vez que venía elegía uno distinto, entonces pensé: “después de haberte ido elegiste un nuevo lugar, éste en el sillón, al lado del teléfono, cerca de la foto de mis niños que tú amas tanto, tal vez estás a la espera de un llamado telefónico…entre nosotros no hay historia inconclusa, yo te amo y te seguiré amando siempre y sé que donde estés tú me amas…guardaré ese lado del sillón para ti, a la espera de que algún día pueda ocupar un lugar junto a ti para volver a tener interesantes conversaciones que espero no tengan que terminar”.
marzo 22, 2007
¿Quién entiende?
Nadie puede saber lo que me hace o no feliz.
Siento que la vida pasa presurosa y no me puedo resistir al hecho de verla veloz e impávida pasar si se me ha regalado tanta maravilla, yo tengo milagros cerca de mi, tengo generosas razones para ser dichosa.
Yo sé porque voy por la vida riendo, tengo corazón lleno, corazón contento, corazón de guerrero.
La vida me favoreció y en la gloria estoy viviendo...
Siento que la vida pasa presurosa y no me puedo resistir al hecho de verla veloz e impávida pasar si se me ha regalado tanta maravilla, yo tengo milagros cerca de mi, tengo generosas razones para ser dichosa.
Yo sé porque voy por la vida riendo, tengo corazón lleno, corazón contento, corazón de guerrero.
La vida me favoreció y en la gloria estoy viviendo...
marzo 05, 2007
Dichoso Vientre
Se anidó la vida en mis entrañas, viniste para hacerme feliz,
el regazo interno acuña tibio tu crecimiento,
tus latidos con el tiempo sonarán cada vez más fuerte junto a los míos,
una orquesta caprichosa en nuestro interior egoísta sonará para los dos.
mío, más mío que del mundo, te cobijaré hasta que como fruto maduro caigas.
Un día por fin se encontrarán nuestras miradas, reconoceré tus gestos y tu respiración,
pues antes de haberte visto, yo ya te conozco, sé que tú sentirás lo mismo,
y tus manitas pequeñas se sostendrán de mi pecho y no habrá otro más sabroso para tu boca,
habré preparado con el tiempo dulce néctar para que por ti sea bebido,
la carne se ha transformado, está tierna y generosa, esperando el momento para darte tu bebida.
Cuando te mire...en tu rostro estarán dibujados mil gestos que yo ya he dibujado en mi imaginación,
te he visto crecer una y otra vez, te he abrazado y acunado en tantas oportunidades contra mi pecho,
sé que tú lo sabes porque habitualmente conversamos ¿falta mucho para que vengas?
9 ½ semanas se mecen en tu cuna, parecen faltar tantas, mis manos te apañan para ver si así te toco,
para ver si de esta forma te repito una y otra vez cuanto te estoy amando.
Se me regaló el universo, éste crece dentro de mi, una enorme galaxia se está formando,
eres mi mayor sistema solar, mis órganos giran entorno a ti mi sol,
y brillas con tanta fuerza, que la felicidad se me sale por los ojos ¿puedes creerlo?
no necesito contar que te llevo conmigo, las personas te encuentran en mi mirada,
en mis sonrisas ,en mis palabras, y sé que es de esta forma porque hoy me has hecho mujer completa en la vida.
marzo 04, 2007
De luto a júbilo
¿Cuándo dejé de ser la víctima para ser el victimario que se encarga de dañar y herir la llaga ya abierta?
¿Cuándo me reí de la tibieza de tus venas que expuestas y hermosas traspasaron su calidez a mi ser?
¿Cuándo elegí hacerte mi pasatiempo mejor y me olvidé de mi propio olvido?
¿Cuándo hice elecciones inciertas que hoy se tornan en contra de mí?
Cuando haya sufrido todo lo que tenga que sufrir,
Cuando las lágrimas ya no emanen más ese olor a dolor tibio,
Cuando mi alma sienta que puedo acompañar de la mano el perdón, sabré ciertamente que he sanado,
Cuando camine con el semblante en alto y pueda perdonarme por todo lo herido,
Cuando mi vida calle para dar paso al más sincero silencio y sólo mi mirada pueda hablar desde la distancia,
¡Entonces!, ¡entonces habré sanado!
Y ya no vestiré más luto por la muerte de mi fe en los hombres,
Porque uno me hizo creer que ellos mentían, el que amaba con seguridad no sabrá de mi alegría.
Y vestiré mágicos colores que iluminarán la vida, mi alma y la faz de mi tierra, aquella que un día guardó silencio, mientras nos contemplaba a oscuras prometiéndonos mil promesas que hoy no son.
¿Cuándo me reí de la tibieza de tus venas que expuestas y hermosas traspasaron su calidez a mi ser?
¿Cuándo elegí hacerte mi pasatiempo mejor y me olvidé de mi propio olvido?
¿Cuándo hice elecciones inciertas que hoy se tornan en contra de mí?
Cuando haya sufrido todo lo que tenga que sufrir,
Cuando las lágrimas ya no emanen más ese olor a dolor tibio,
Cuando mi alma sienta que puedo acompañar de la mano el perdón, sabré ciertamente que he sanado,
Cuando camine con el semblante en alto y pueda perdonarme por todo lo herido,
Cuando mi vida calle para dar paso al más sincero silencio y sólo mi mirada pueda hablar desde la distancia,
¡Entonces!, ¡entonces habré sanado!
Y ya no vestiré más luto por la muerte de mi fe en los hombres,
Porque uno me hizo creer que ellos mentían, el que amaba con seguridad no sabrá de mi alegría.
Y vestiré mágicos colores que iluminarán la vida, mi alma y la faz de mi tierra, aquella que un día guardó silencio, mientras nos contemplaba a oscuras prometiéndonos mil promesas que hoy no son.
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