septiembre 30, 2007

El tiempo

Trato de disimular el paso del tiempo en mi rostro, así como en mis manos.
Es inevitable, pasa tan rápido como para darme cuenta.
Hoy precisamente lo percibí, cuando entré a este espacio que tanto quiero y entendí que no he tenido ningún acercamiento hace más de 1 mes.
También veo a mis hijos crecer velozmente, me lo dicen centímetros más, nuevas expresiones, palabras, pasar de esbozos de sonrisas a abiertas carcajadas.
Definitivamente no tengo tiempo para informarme en la prensa, es irrelevante al lado de contemplarlos a ellos en plenitud, lanzándome besos desbordados de amor, abrazos que me atrapan hasta llevarme a la contemplación.
El tiempo es mi enemigo cuando miro a mi madre envejecer, porque no quiero que así sea, pero también comprendo que él endulza mis recuerdos y los hace sólidos y hermosos.
¡Qué más da, sólo es cosa del tiempo!